En los estantes de las tiendas, las variedades de miel más comunes son las mieles mezcladas de diferentes flores. El número de variaciones es infinito, dependiendo de las plantas características en la zona de donde las abejas recogen el néctar.
Las mieles se pueden dividir en dos categorías principales:
1. Miel de campo:
Esta miel se recolecta antes y incluye plantas como la alfalfa, el trébol, el trébol de los prados y la colza. Estas mieles tienen un aroma y sabor menos distintivos.
2. Miel de montaña:
Estas se recogen más tarde, son de color más oscuro, más aromáticas y tienen un sabor característico. Son más ricas en vitaminas y oligoelementos. El color de la miel no indica su calidad, solo señala la diversidad de sus componentes.
Variedades de miel
Cuando el apicultor transporta deliberadamente las abejas a diferentes áreas florecientes, es posible que la miel provenga de una sola especie de flor. En este caso, las abejas siempre recogen el polen de una sola flor. Hablamos de miel de variedad cuando los granos de polen de una sola especie de flor alcanzan el 45 por ciento del producto.
Las variedades de miel pueden ser
Miel de acacia:
La miel de acacia es de color claro, ámbar, transparente, con un aroma dulce y un sabor delicado y líquido. Es especialmente beneficiosa para la inflamación de garganta o el malestar estomacal. También se conoce su efecto calmante. Debido a su contenido de fructosa, los diabéticos deben consumirla solo en pequeñas cantidades.
Miel de castaño:
La miel de castaño puede provenir del néctar o del rocío de miel y su color puede variar desde marrón claro hasta marrón oscuro. Tiene un aroma fuerte y un sabor amargo. Es especialmente rica en sales minerales y es conocida por su efecto sudorífico, expectorante y mejorador de la circulación. Se recomienda su consumo en casos de anemia, agotamiento y obesidad.
Miel de tilo:
Tiene una textura cremosa y su color varía según el rocío de miel, desde amarillo claro hasta verde y marrón. Su aroma es bastante fuerte. Se conoce su efecto calmante y antiespasmódico, por lo que se recomienda en casos de nerviosismo e insomnio.
Miel de girasol:
La miel de girasol es de color amarillo intenso, tiene efecto diurético, fortalecedor, sudorífico y febrífugo, especialmente recomendada para los niños pequeños.
Miel de colza:
Miel de colza es de color claro, no tiene un aroma ni sabor distintivos y cristaliza rápidamente. No es muy popular y se utiliza principalmente en la industria alimentaria.
Miel de romero:
Tiene una textura casi sólida, granulada, y su color puede variar desde blanco hasta dorado pálido. Tiene un aroma agradable y un sabor fino. Se recomienda para problemas hepáticos, ya que ayuda a la limpieza del hígado, la disminución de la ictericia y la restauración de la función hepática. Tiene un efecto fortalecedor y es útil en casos de agotamiento. Es excelente para el estómago y el sistema digestivo, reduce los gases intestinales y el ácido gástrico, y cura la inflamación del intestino grueso.
Miel de alfalfa:
Es de color amarillo brillante y tiene efectos antiespasmódicos, diuréticos, tónicos y energizantes, por lo que también es recomendada para los deportistas.
Miel de lavanda:
La miel de lavanda es clara, generalmente blanca, con un aroma y sabor agradable y fino. Tiene una consistencia grasa y se puede aplicar externamente en quemaduras, picaduras de insectos y cortes infectados. Tiene un efecto bactericida y desinfectante perfecto. También se conoce su efecto diurético y vermífugo, y se recomienda en casos de insomnio.
https://es.wikipedia.org/wiki/Miel
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